«SIMETRIA» Cuando el arte y la ciencia están dispuestos a concebir nuevas ideas más allá de la inspiración

por Carolina Martínez
Hay disciplinas y ámbitos humanos que, desde sus orígenes, están destinados a indagar en los aspectos más fundamentales de la existencia y a descubrir los secretos del origen del universo – y con ello, la vida misma. Es aquí donde podemos situar al arte y la ciencia que, aunque dedicados ambos a la creación y experimentación, parecieran ser, para muchos, esferas antitéticas.
A través de su práctica, el arte busca alcanzar un entendimiento de las cosas con una reflexión en paralelo a la vida, llevando a las personas a un cuestionamiento del mundo, sin necesariamente llegar a una respuesta. Las ciencias buscan también este entendimiento, pero trabajando afanosamente en encontrar respuestas certeras y exactas. Estas dos aproximaciones, de cierta manera, quieren llegar al mismo lugar. Estas son sus vocaciones inmanentes.
Entendiendo y resaltando este punto de encuentro, se ha emprendido la misión, o el deseo, de crear conocimiento desde ambos sectores. Esto no quiere decir que una disciplina pueda reemplazar el valor de la otra, sino que, en conjunto, tienen un potencial exponencial para crear nuevos modelos de pensamiento, generando, como consecuencia, una mejora en la vida de las personas y la sociedad.
Con esta premisa, en 2018, tres de los principales centros de investigación científica del mundo unieron sus fuerzas para crear un programa de residencia artística en Suiza y Chile, conectando Europa y América Latina. Uno de ellos es la Organización Europea de Investigación Nuclear (CERN), el mayor laboratorio de física de partículas del mundo, con sede en Ginebra (Suiza) y cuya misión es investigar de qué está hecho el universo y cómo funciona. Los otros dos son el Gran Conjunto de Radiotelescopios de Atacama (ALMA), el mayor y más ambicioso centro astronómico, ubicado en el norte de Chile, en asociación con el Observatorio Europeo Austral (ESO). Y puesto que ALMA es una instalación astronómica internacional, también está en asociación con la Fundación Nacional de Ciencias de EE.UU. (NSF) y los Institutos Nacionales de Ciencias Naturales (NINS) de Japón en cooperación con la República de Chile.
ALMA es financiado por ESO en nombre de sus Estados Miembros, por la NSF en cooperación con el Consejo Nacional de Investigaciones de Canadá (NRC) y el Consejo Nacional de Ciencias de Taiwán (NSC) y por el NINS en cooperación con la Academia Sinica (AS) de Taiwán y el Instituto de Astronomía y Ciencias Espaciales de Corea (KASI). La construcción y las operaciones de ALMA son dirigidas por ESO en nombre de sus Estados Miembros; por el Observatorio Nacional de Radioastronomía (NRAO), administrado por Associated Universities, Inc. (AUI), en nombre de América del Norte; y por el Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ) en nombre de Asia Oriental. El Observatorio Conjunto de ALMA (JAO) proporciona el liderazgo y la gestión unificados de la construcción, puesta en marcha y operación de ALMA.
Con el apoyo de COINCIDENCIA, el programa de intercambios culturales entre Suiza y América del Sur de la Fundación Suiza para la Cultura, Pro Helvetia, así como con la ayuda del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile, estas dos instituciones le dieron vida al proyecto de residencia «Simetría», organizado por la Corporación Chilena de Video y Artes Electrónicas. Tal como su nombre lo indica, este proyecto busca establecer y proporcionar espacios de investigación, creación y diálogo transversales entre los ámbitos de estudio asociados y los países y entidades involucradas.
Nicole L´Huillier. La belleza del fenómeno de la vibración en el universo

En el caso de Chile, se seleccionó a Nicole L´Huillier, artista transdisciplinaria chilena que reside actualmente en Boston, Estados Unidos. Sus tópicos de investigación están relacionados con la exploración del sonido en el espacio y con cómo, a través del encuentro entre arte, ciencia, tecnología y música, es posible imaginar otros escenarios más allá de nuestros límites terrestres.
Para describirla a ella y a su obra, es necesario viajar hacia el pasado. Nicole L´Huillier reconoce que desde niña fue siempre muy curiosa, siendo que sus primeras exploraciones tuvieron que ver con la música. Los instrumentos musicales y sus mecanismos llamaron su atención. Empezó a tocarlos, sin nunca cursar estudios formales en esta área. Su formación académica vino con la arquitectura, obteniendo su diploma de pregrado en la prestigiosa Universidad de Chile. Fue mientras estudiaba allí que empezó a interesarse por la noción del espacio y sobre cómo cada elemento interactúa y se ve afectado por otros elementos dentro de un determinado contexto. En aquel momento, se vio atraída, también, por los materiales como lenguaje y por el adecuado balance de las cosas y la armonía en el cosmos. Es aquí donde ella empieza a cuestionarse sobre cómo lidiar con el sonido como material de construcción y cómo trabajar con estos materiales invisibles, traduciéndolos, desde la abstracción, en algo comunicable.
Para poder entender y responder estos cuestionamientos – y asombros al mismo tiempo -, Nicole L´Huillier decidió realizar la maestría en Media Arts & Sciences en el MIT Media Lab, percibiéndolo como el camino lógico para poder profundizar su investigación. Durante sus estudios en esta etapa, los conceptos clave de trabajo fueron el material, la arquitectura, el espacio y el sonido. En su trabajo actual como estudiante de doctorado en el MIT Media Lab, L´Huillier busca ir más allá en la exploración de las vibraciones y en el tema del sonido como material de construcción dentro del espacio. La artista dice encontrarse, siempre, en estos lugares e intersticios donde el arte se entrecruza con la ciencia y la tecnología, lugares donde la colaboración es clave.
Esta noción de colaboración y de intercambio es lo que Nicole L´Huillier destaca de la unión y relación entre arte y ciencia, es la capacidad de concebir nuevas ideas y no solamente de sentirse inspirado por algo y traerlo a la propia práctica: «Lo que realmente me fascina es la conversación que se da, no solamente invitando artistas al CERN o ALMA, sino estando verdaderamente dispuestos a crear un mundo nuevo».

La artista chilena ha venido desarrollando, hace ya un tiempo, obras experimentales que se entrelazan con la ciencia. Pero fue con uno de sus últimos trabajos, «Telemetron», que ésta llamó la atención de manera definitiva. «Telemetron» es un aparato musical que logra emitir sonido estando en condiciones de gravedad cero, siendo capaz de funcionar casi de manera independiente de la acción humana. De hecho, este aparato musical depende más de los factores que la artista dice intentar poner en el correcto balance. Es así como este proyecto encarna las líneas de investigación – y fascinación – propias de L´Huillier,
Al igual que en el caso del participante suizo, Alan Bogana, la residencia de Nicole L´Huillier tuvo lugar en diferentes momentos y espacios. Entre junio y julio del 2019,En agosto del mismo año, visitó el Observatorio ALMA y el Very Large Telescope ubicado en el Observatorio Paranal en el norte de Chile, así como las oficinas de ALMA y ESO en Santiago.Durante esos días, el intercambio fue enormemente enriquecedor y las conversaciones giraron en torno de las cosas que no podemos ver, de la belleza de la abstracción. He ahí la importancia de la extensión de las percepciones, pues si algo ha marcado la ciencia y tecnología desde comienzos del siglo XX, es la necesidad y obsesión de que todas las funciones, cálculos y mediciones pasen de la abstracción a la materialización – o por lo menos a la posibilidad de ser vistas y entendidas por los sentidos humanos.
El valor de estas colaboraciones reside en la posibilidad de amplificar la noción de realidad y de compartirla con el resto del mundo, y no únicamente en el sentido de la relación de la ciencia con el mundo. Es poder conectar la ciencia y el arte con otras capacidades. En palabras de la artista, si todos pudiéramos tener acceso a la posibilidad de comprender lo que sucede en estos campos de acción, entender, por ejemplo, de qué está hecha la materia, el mundo estaría menos dividido y, sin duda, sería un mundo mejor.
El proceso de investigación, conceptualización y creación recién comienza. Su materialización se dará a través de un proyecto u obra que, por ahora, es difícil de definir o delimitar. Actualmente, su atención se encuentra enfocada en un trabajo que hará parte de la Bienal de Artes Mediales de Chile, la cual tendrá lugar entre noviembre de 2019 y enero de 2020, con diferentes venues en la capital del país.
Alan Bogana. Narrativas ficcionadas de la luz y la materia

Para el caso de Suiza, el seleccionado fue el artista multimedial Alan Bogana, quien se vio involucrado con las artes mediales antes de entrar a la facultad de artes en su país. Su aproximación fue desde las herramientas, tanto las usadas para producir e investigar este tipo de prácticas artísticas, como también las utilizadas por la ciencia y tecnología. A partir de este punto, el artista pasó a explorar el fenómeno de los mecanismos de registro y visualización, tales como el video y fotografía, involucrando, después, aquéllos que enmarcan su producción. La comprensión de dichos fenómenos le posibilitaría a Bogana magnificar la realidad que nos rodea y, con ello, operar y crear desde la reflexión visible lo invisible, moldeando las percepciones que modifican este mundo circundante.
Las metodologías y obras del artista suizo se basan en la comprensión de estas herramientas, pues son éstas las que le permiten hacer arte desde la ciencia. Bogana coincide con L´Huillier en que la relación entre los diferentes campos por los que un artista puede moverse o usar es algo fundamental. Es a partir de esta concepción que las diversas narrativas y estilos que Bogana utiliza se entrelazan con lo ficcional de las realidades y ciencias que éste estudia.
Esta ficción de algo totalmente tangible, como lo es el espacio circundante, es construida por medio de sus principales áreas de trabajo, como lo son la materia y su interacción con la luz. De esta manera, éste ha enfocado su atención en instalaciones, esculturas y videos que tratan estos elementos de diversas maneras. El artista se sirve, además, de gráficas computacionales, la electrónica, el time-based media y la holografía, para relatar los mundos construidos por él y que hacen alusión a la subjetividad propia de la percepción del mundo.
En esta forma de producción, el artista acude a la apropiación. Es decir, a la incorporación de elementos ajenos al campo del arte para exhibirlos o hacerlos emerger desde esa subjetividad que puede, a veces, volverse críptica en la medida en que no desee ilustrar o representar otros conocimientos o quehaceres. Por esto, a través de esta reapropiación, se insertan y presentan sus procesos de investigación que se han convertido en obra, pudiendo involucrar la mineralogía, fotografía o química en estos relatos. Así, por ejemplo, Bogana es capaz de reconstruir, en video, cómo se vería un planeta hecho de diamante, o recrear, con un holograma digital, las moléculas de un componente creado por el escritor de ciencia ficción Isaac Asimov.
La pregunta acerca de si el intercambio entre arte y ciencia fluye proporcionalmente en ambos sentidos no es algo nuevo para este artista, el cual espera que, desde sus aproximaciones y metodologías, se brinden nuevas perspectivas a la ciencia, abriendo el espacio para nuevas conversaciones y para crear y pensar nuevas ideas en conjunto.
Sus estadías en ALMA y en las oficinas de ESO constituyen su primera visita a Chile y Latinoamérica, lugares concebidos por el artista como contextos únicos y particulares donde existen grandes cosas por hacer y un enfoque en promover mejoras en los campos del arte y la cultura. La labor no está terminada y aún hay un largo camino por recorrer. Por el momento, lo que le sigue al proyecto «Simetría» es un acucioso trabajo de investigación y creación, proceso que se ha visto potencializado por la inesperada selección para esta iniciativa que representó una excelente oportunidad para adquirir mayor conocimiento y preparación.

«Tener la oportunidad de investigar en estos grandes centros científicos de física y astronomía y poder establecer puentes de discusión y alimentación entre ambas disciplinas no es solamente un privilegio o una oportunidad. Es una responsabilidad de darle forma a las cosas y a estos impulsos que involucran grandes esfuerzos de varias entidades y personas. Los límites no deben ser eliminados, sino borrados, absorbiendo otras sensibilidades y otras maneras de hacer, pensar y crear. Esto incluye abrirles las puertas a los errores. Pero no hay que reemplazar los espacios ya existentes, hay que crear otros y explorar las oportunidades.»