Entrevista con Colectivo Utópico en FIBA 2023

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Colectivo Utópico es una microcomunidad de artistas de Argentina, Suiza y Brasil cuyo trabajo cuestiona el modo en que nuestras comunidades están conformadas por utopías pasadas y presentes. Integrado por Paula Baró [AR], Marina Quesada [AR], Rita Aquino [BR], Felipe de Assis [BR], Igor Cardellini [CH] y Tomas Gonzalez [CH], el grupo ha organizado encuentros y performances, a veces creando a distancia, reuniendo a artistas de diferentes contextos.
«Una cosa que tenemos en común, en nuestra práctica artística, es la búsqueda de formas alternativas de estar juntos», afirma Igor.
Eso ha dado lugar a proyectos como «Performance Telling», que el colectivo presentó durante la edición 2023 de FIBA – Festival Internacional de Buenos Aires. Este «protocolo parasitario», como lo denomina el grupo, es una reinterpretación de piezas que componen la programación de un festival ( normalmente obras de hombres blancos). La idea es presentar una nueva perspectiva y cuestionar la posibilidad de un lenguaje compartido y una comprensión común del mundo.
En el caso del FIBA, recrearon «By Heart», solo del director portugués Tiago Rodrigues que investiga la memoria colectiva, y «The Big Mountain», del argentino Brai Kobla, un laboratorio de imaginación social que se centra en nuestro mundo hipermediatizado. Trabajando con performers invitados de distintas trayectorias, estudiaron las obras y se basaron en las cuestiones planteadas por los originales. El resultado es una serie de sketches que crean nuevas versiones de los mismos temas, ahora contados desde el punto de vista del nuevo grupo, a veces combinando estos temas con las propias biografías de los intérpretes.
«La performance es casi como un festival dentro del festival, en el sentido de que hay seis pequeños proyectos al mismo tiempo. Es un poco una investigación sobre cómo encontrar ecos y resonancias [de la pieza original]. Y para construir un hilo narrativo entre los distintos formatos», explica Tomas. «Para el público, es como un experimento de mediación, una forma de volver a pensar en el espectáculo una vez más, y otra vez, y otra vez», continúa Paula. «También cuestiona las ideas sobre la reproducción y el estar juntos», dice Marina.

Para Igor, también hay un aspecto enriquecedor en trabajar en compañía de otros artistas. «Cuando creas en un contexto más clásico, tiendes a tener muy claro cómo funcionan las cosas. Aquí, todo se convierte, en cierto modo, en un proceso de creación de espacio para diferentes visiones, que nos permite escoger, respetar a todo el mundo».
«Y sigue siendo un proceso continuo», añade Tomas. «Nos dimos cuenta de que trabajar siempre en un proyecto con un contexto diferente requiere tiempo y energía, y queremos encontrar una configuración mejor. Pero hemos conseguido trabajar juntos de una forma en la que no siempre tenemos que ser los protagonistas. Aquí en Argentina, Marina y Paula llevan la delantera, conocen los contextos y confiamos en su visión. Lo mismo en Suiza o en Brasil».
“Construir espacios para la creación es siempre un proyecto en curso, es una crisis constante.”
No es casualidad, pues, que el «Utopía» del nombre venga escrito de una manera chabacana. «“Existe la utopía de estar juntos, pero eso se convierte en otra cosa», dice Marina. «Es algo que está en medio de la tensión entre el norte y el sur, entre los que colonizaron y los que fueron colonizados. Es una tensión que nunca se resuelve.»