«Residencia artística en Pivô» Lea Meier y Nicolas Delaroche
Brasil, Suiza — Residencias
Entre los meses de mayo y agosto de 2019, los artistas visuales suizos, Lea Meier y Nicolas Delaroche, estuvieron en São Paulo (Brasil) como parte del programa de la residencia artística en Pivô, institución cultural localizada en el centro de la ciudad.
Lea Meier es una artista que explora las nociones de obscenidad, deseo, cuerpo y fracaso a través de performances, tejidos, textos y dibujos. La energía sexual es utilizada como fuente de creatividad con el fin de crear espacios y atmósferas propicios para los discursos feministas, íntimos y políticos. Meier tiene pregrado en Bellas Artes de la Universidad de las Artes, en Berna, y maestría (2015) en Prácticas Artísticas Contemporáneas de la Universidad de las Artes, en Ginebra (2012).
En São Paulo, Lea Meier trabajó principalmente conectando sus temas de interés con el espacio público de la ciudad y sus políticas de saneamiento. En una de sus acciones en esta ciudad, Meier mapeó lugares conectados simbólicamente con Suiza, como por ejemplo la calle Helvetia, e hizo una performance en la que limpiaba estos espacios. En este trabajo, la artista juega con la ironía como manera de cuestionar su identidad suiza desde una perspectiva decolonial.

Por su parte, los trabajos de Nicolas Delaroche exploran la relación entre objetos y sus contextos. Tras obtener su diploma en fotografía en la ECAL (Escuela Cantonal de Arte de Lausana) y finalizar su maestría en Prácticas en Arte Contemporáneo en la HKB (Universidad de las Artes de Berna), éste ha enfocado sus prácticas artísticas en la fotografía. En su trabajo en esta área, Delaroche ha centrado su interés en las reservas de los museos, los apartamentos de coleccionistas y los lugares donde las multinacionales exhiben y guardan sus adquisiciones de arte.
Durante su residencia, Delaroche creó «Never Seen» (Nunca Visto), una investigación fotográfica sobre colecciones privadas de arte en Brasil. El objetivo de su serie fotográfica es ofrecer un panorama del arte acumulado por 51 coleccionistas, cuestionando sus prácticas, influencias y gustos y estableciendo un diálogo entre estas obras y objetos domésticos y arquitectura. Según Delaroche, «la particularidad del mercado de arte brasileño reside en el hecho de que las obras más emblemáticas se encuentran en casas privadas y no en los museos».
